La época de la dinastía Song (960-1279) en que vivió la mayor poetisa que China ha tenido, fue de maravilloso desarrollo cultural y económico, y al mismo tiempo de debilidad militar y tremendamente agitado y trágico en la Historia de China.
Desde mediados del siglo X, los Qidang, de raza mongola, se habían establecido en el área de Beijing y Dadong, fundando el reino de Liao, y con frecuencia incursionaban hacia el Sur, poniendo en peligro Gai Feng, la capital de los Song, cuando la paz, comprada con grandes ofertas de oro, plata, seda y té, era rota.
Fue en este clima turbulento y de intranquilidad nacional, que Li Qing Zhao nació en el seno de una noble y acomodada familia, en la ciudad de Tai Nan, en la provincia de Shandong, en 1084, séptimo año del reinado del emperador Shen Zong. Su padre, Li Ge Fei, era un letrado y alto funcionario de la Administración Imperial. Era, además, un ávido escritor en prosa y uno de los miembros del poderoso círculo literario encabezado por el prominente poeta Su Dong Po. Su madre, nieta de un primer ministro, provenía, también, de una antigua familia de letrados, siendos ella misma considerada una poetisa.
Durante su infancia, su padre ejercía el cargo de profesor y administrador de la Academia Imperial en la capital, Gai Feng, y vivía en una mansión rodeada por densos bosquecillos de bambúes, donde él acostumbraba entretener a sus amigos letrados.
Al crecer en ese ambiente cultural y refinado, Li Qing Zhao mostró sus dotes literarias en una edad muy temprana. Se dice que a la edad de 17 años, sus poemas ya habían ganado la atención de algunos letrados famosos de ese tiempo. Su talento, como lo demostró años después, no se limitaba tan sólo al campo de la poesía. Ella tambíen era conocida como una talentosa escritora en prosa, asi como hábil e inspirada pintora.
En 1101, primer año del reinado del emperador Hui Zong, cuando ella tenía 18 años, su familia la casó con Zhao Ming Cheng, joven, como ella, proveniente de una familia de literatos-funcionarios de la Corte Imperial. El era el hijo menor de Zhao Ting Zhi, un ex-primer ministro, de gran influencia y perteneciente al grupo liberal contrario a la facción de su padre. Y tanto ella como él tenían la misma pasión por la poesía y los clásicos, la música, la pintura, y el arte de la caligrafía. Ellos escribían y se dedicaban poemas mútuamente. Además, el joven se interesó por la rica colección de arte de su padre, compuesta de libros antiguos y raros, pinturas de artistas famosos, sellos de piedra y de metal, antiguos bronces ceremoniales, y otras antiguallas, y pronto comenzó a coleccionar por su propia cuenta. Ella compartía el interés y la pasión de su esposo, y le ayudaba en su tarea de coleccionista. Su matrimonio fue muy dichoso. Ella describe los felices días de sus primeros años de casada con las siguientes palabras:
"Cuando nos casamos, mi esposo tenía 21 años y estudiaba en la Academia Imperial. Ambas familias, la Zhao y la Li, no eran ricas, porlo que vivíamos modesta y económicamente. El día uno y quince de cada mes, cuando él no tenía que asistir a clases, acostumbraba empeñar algunas ropas suyas para adquirir algún dinero. Luego se iba al mercado del templo Xiang Guo, y compraba algunas impresiones sacadas de las antiguas piedras grabadas, libros y frutas para traer a casa. Cuando llegaba, los dos abríamos los impresos y los libros, y los leíamos y apreciábamos mientras comíamos las frutas. Nos divertíamos tanto y éramos tan felices que nos considerábamos como habitantes del idílico reino de Ge Tian Zhi."
Sin embargo, la vida de los recién Casados no fue tan idílica y apacible como ella dice. De hecho, sus vidas estuvieron llenas de disabores y sobresaltos, sufriendo el impacto de los altibajos de la encarnizada lucha de poder que se desarrollaba en la Corte, desde hacía muchos años. En 1070, unos 30 años antes que ellos se casaran, el emperador Shen Zong nombró a Wang An Shi para el cargo de primer ministro, el cual, apoyado por sus seguidores, comenzó a poner en práctica una serie de reformas, que iban en contra de los intereses de los ricos comerciantes, prestamistas y grandes terratenientes. Las antiguas facciones conservadoras pronto se unieron formando una alianza para aponerse a los programas de reformas impuestos por Wang. Asi nació esa rivalidad, que duró hasta la caída de la dinastía Song del Norte, en 1126. Por ello, cuando uno del grupo contrario tomaba el poder, de inmediato se empeñaba en banir de la Corte a los miembros del grupo contrario, enviándolos al exoilio o a prisión.
Debido a esta facciosa hostilidad, en 1102, su padre cayó en desgracia y fue despedido de su cargo, pero llamado de vuelta a la Corte en 1105; en ese mismo año su suegro fue forzado a dejar su puesto, y 16 días después de su dimisión, falleció. En 1108, su esposo, sin el apoyo de su padre, fue banido de la Corte y exiliado en Qingzhou, en la provincia de Shandong, donde la pareja vivió feliz y sin preocupaciones por varios años, como ella misma lo dice.
"Después nos establecimos en el nativo terruño de mi esposo por unos 10 años, gastando más de lo que ganábamos para nuestra colección. Siempre que comprábamos una pintura o una obra caligráfica, enrollábamos y desenrollábamos el rollo una y otra vez, y lo examinábamos con gran atención. Corigíamos los errores de los libros, y cuando adquiríamos un vaso ceremonial antiguo, ambos lo examinábamos con atención, y anotábamos sus defectos, teniendo siempre por regla de trabajar por las tardes hasta que una vela se hubiese consumido." Y más adelante dice: "Tan contentos nos encontrábamos, que bien hubiera deseado vi vir alli por siempre."
Debido a la incansable búsqueda y a la atinada y rigurosa selección que la pareja hacía, su colección se tornó con el tiempo en una de las más grandes, preciosa y completa de todo el imperio, ocupando 10 grandes cuartos de almacenamiento en Qingzhou.
En 1120, el emperador Hui Zong, aunque era un intelectual y notable poeta, mostró ser un incompetente político, al firmar un pacto con los Jin, tártaros del nordeste de Manchuria, y vasallos de los Qidang, de Liao. Se acordó que los Song les iban a fornecer ayuda militar para que derrocaran los Qidang, y asi recuperar la región de Beijing y Dadong. En recompensa, los Jin iban a recibir las ofertas que los Song anualmente entregaban a los Qidang. En 1121, después de 13 años de forzado retiro, su esposo obtuvo el favor de la Corte. Durante los siguientes 4 años, fue sucesivamente nombrado magistrado local de Lai Dong, primero, y de Sichuan, después, ambas ciudades situadas en la provincia de Shandong. Durante la mayor parte de ese tiempo la pareja vivió junta y feliz, siempre absorbida por el común interés de su colección de arte, excepto cuando las oligaciones oficiales obligaban a su esposo a ausentarse del hogar por breves temporadas. Sus mejores poemas de amor describiendo la amargura de la soledad y la tristeza de las despedidas fueron, probablemente, escritos durante esos viajes que su esposo hacía, ya que en aquel entonces, a las mujeres de sociedad no seles permitía viajar tan libremente como a los hombres. Por lo que, en los viajes de su esposo, ella tenía que quedarse en casa.
En 1122, los Jin tomaron Beijing, mas se negaron a entregarla, según se estipulaba en el pacto. Por el contrario, avalentonados con la victoria, exigieron humillantes demandas a los Song. En consecuencia, roto el pacto, se declaró la guerra entre los Song y los Jin.
En 1125, Hui Zong, en vista del fracaso de su política de apaciguamiento, abdicó en favor de su hijo Zheng Zong. En 1127 los Jin, después de derrocar el reino de Liao, tomaron y saquearon Gai Feng, la capital de los Song, capturando al emperador Zheng Zong y su padre, y se los llevaron prisioneros hacia el Norte, asi como a varios miembros más de la familia imperial. Los ejércitos chinos habían sufrido su peor derrota, y el imperio se desquebrajaba. Li Qing Zhao y esposo se encontraban en Sichuan, cuando les llegó la trágica noticia, y pronto comenzaron a sufrir las consecuencias de la derrota.
Poco tiempo después el hermano del prisionero emperador, en vez de resistir al enemigo, escapó hacia el Sur con algunos ministros, y al llegar a Nanjing se proclamó emperador, tomando el título de Gao Zong.
Ese mismo año, su suegra falleció, y su esposo tuvo que dislocarse a Nanjing para asistir a los funerales, habiendo llevado consigo 15 carrozas llenas con la porción más valiosa de su colección. Ella se quedó atrás, en Qingzhou, para cuidar lo que quedaba, esperando ocasión para trasladarlo a Nanjing. Infortunadamente, después dela caída de la capital a manos de los Jin, el ejército Song estacionado en Qingzhou se sublevó, dando muerte al gobernador. Ella fue compelida a huir, emprendiando, sola, el largo viaje hacia Nanjing, dejando atrás todo cuanto poseía. Al final de ese año las tropas Jin tomaron y saquearon Qingzhou, e incendiaron las casas de los funcionarios gubernamentales. Asi, su querida y voluminosa colección de arte, hecha con tanto sacrifício, esfuerzo y dedicación durante tantos años, fue totalmente consumida por el fuego.
En la siguiente primavera, 1128, después de meses de huir en medio de mil peligros y terribles experiencias, ella llegó a Nanjing, reuniéndose, finalmente, con su esposo, quien, por esas fechas, había sido nombrado magistrado de la ciudad.
Durante el tiempo en que ella fue la primera dama de Nanjing, tuvo una vida confortable y apacible. Sin embargo, esos dichosos días de paz y seguridad fueron breves. En el verano de 1129, su esposo cayó gravemente enfermo cuando se dirigía a Hu Zhou a tomar posesión de su nuevo puesto. Tan pronto ella recibió el mensaje, tomó un barco que, apresuradamente la llevó al lado de su enfermo esposo. Desgraciadamente, pocos días después de haber llegado a la hospedería donde se encotraba, él falleció. Tenía 49 años de edad, dejándola viuda con 46 y sin hijos.
Asi, su vida de felicidad, amor y seguridad le fue cruelmente tronchada por la prematura e inesperada muerte de su esposo. Había quedado abatida, gravemente enferma y desorientada, como ella misma lo dice en una de sus cartas:
"Después de haber sepultado mi esposo, no supe adonde ir... yo estaba gravemente enferma y la situación nacional empeoraba...".
En verdad, el imperio de los Song se derrumbaba. Los Jin acababan de cruzar el río Yangtzé* y habían ocupado varias ciudades, causando pánico entre la población china. Ante el avance incontenible del enemigo, la Corte abandonó Nanjing y huyó más al Sur. En medio del tremendo caos de la guerra, ella, también, tenía que huir, sola, con el enorme bulto de su colección de arte, y buscar refugio. Primero trató de unirse a la familia del cuñado de su difunto esposo en Hongzhou, pero esta ciudad cayó en manos del enemigo, y las pertenencias que les había enviado antes de partir, se perdieron. Luego cambió de rumbo y se dirigió a Taizhou, buscando la protección de su hermano Li Hang, pero las autoridades chinas abandonaron la ciudad antes de su arribo, y no lo encontró. Asi, en los siguientes años, ella tuvo que estar en continua fuga de ciudad en ciudad, siguendo siempre la ruta de la fugitiva Corte. Su peregrinar fue largo y penoso y lleno de constantes peligros, pero su indomable espíritu la impulsaba siempre a seguir adelante. Sin tener quien la acompañara ni protegiera, ella perdió a lo largo de la ruta todo lo que le quedaba de su colección — unas piezas le fueron robadas, otras dadas a cambio de comida y hospedaje, y las más abandonadas.
Finalmente, en 1132 los invasores Jin viéndose imposibilitados de sostener sus logros al Sur del río Yangtzé, se retiraron otra vez al Norte. Ese mismo año Li Qing Zhao, que tenía 49 años, llegó a Hangzhou, donde la Corte de los Song había establecido su nueva capital. Fue durante ese año que sucedió el incidente más controversial de su agitada y azarosa vida - su casamiento con Zhang Ru Zhou.
Según algunas fuentes contemporáneas suyas, ella secasó con un oficial de bajo rango de nombre Zhang Ru Zhou, tres años después de haber enviudado, pero se divorció de él unos tres meses después. Durante su breve matrimonio Zhang la trató con crueldad, abusando de ella verbal y fisicamente. Ella lo demandó y pidió el divorcio, acusándolo de haberse apropiado fondos del ejército. Se le concedió el divorcio, y Zhang fue convicto. Sin embargo, ella también fue a parar a la cárcel, pues según las leyes vigentes de los Song, la esposa compartía la pena de un convicto, aunque estuviese divorciada.
Muchos letrados de las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911) han argumentado que esos documentos referentes a su casamiento fueron fabricados por gente celosa de su fama literaria, para manchar su memoria y reputación. Después de este incidente, verdadero o falso, poco o nada se volvió a oir de ella.
La retirada de los Jin hacia el Norte del río Yangtzé no significó, de manera alguna, el término de la guerra. Esta continuó por unos años más. Sólo en 1141 los Song concluyeron un humillante tradado de paz con los Jin, cediéndoles todos los territorios chinos situados al Norte del río Huai, y entregándoles, anualmente, 250 mil taeles de plata, e igual número de piezas de seda. Después de ese tratado, los Song se dedicaron a restablecer, en relativa paz, sus dominios al Sur del río Yangtzé, transformando Hangzhou en una hermosa y próspera metrópolis, con el esplendor cultural y refinado modo de vida, como antes habían gozado en la norteña capital, Gai Feng, tomando en la Historial el nombre de Song del Sur.
Durante sus últimos años de vida, se supone, que Li Qing Zhao se fue a vivir con la familia de un hermano menor. Ella falleció en 1155, poco después de haber cumplido 68 años de edad, sin jamás haber disminuído en ella su inspiración poética y su acendrado amor y devoción por el Arte y la Naturaleza.
SU OBRA
Li Qing Zhao (1084-1151) es considerada por sus conterráneos como la mayor poetisa de todos los tiempos. Su talento, sin embargo, no se limitaba tan sólo al campo de la poesía. Ella también era conociada como una talentosa escritora en prosa, coleccionista de objetos de arte, especialista en antiguas inscripciones en piedra y en bronce, notable calígrafa, asi como hábil e inspirada pintora. También dominó la música y fue precisamente por sus conocimientos musicales que su especialidad en la poesía fue la forma ci, una especie de verso lírico, de variado número de caracteres en cada verso o línea, escrito en lenguaje vernáculo para adaptarse a las melodías chinas existentes o a tonadas importadas del Asia Central. Debido a estas peculiares características, esta modalidad poética fue desarrollada y popularizada por las cantatrices de las casas de té y las galantes cortesanas de las postrimerías de la dinastía Tang (618-960). Y aunque durante su tiempo ya existían muchos conocidos y famosos poetas de ci, ella los superó a todos. Sus poemas en ci — pues también escribió en shi, la forma clásica y regular de verso — son intensamente personales, llenos de imágenes lúcidas y refinadas, pero impregnadas con la gracia, frescura y perfume de sus predecesoras.
Como musicóloga y poetisa, ella supo amalgamar magistralmente las dos artes. Asi, encuadrando dentro de las complicadas reglas y matrices rítmicas y métricas de las estanzas irregulares del ci, ella supo encajar dentro deestos rígidos y variados moldes todo el contenido de sus temas a desarrollar. Y con maestría insuperable supo seleccionar y colocar con tanto acierto y originalidad los vocablos, que transformó el lenguaje de uso diario en verdaderas joyas de dicción poética.
Pero su talento artístico y técnico no se limitó tan sólo a las variadas formas y bella dicción de sus poemas. Ella también alcanzó insuperable logros en el uso de la duplicación, y aún en la repetición de frases enteras, obteniendo con ello admirables efectos de aliteración, de onomatopeya, asi como cadencias melódicas o on las rimas y los ritmos internos.
Otra de las cualidades que la caracterizan, fue la manera como ella personifica los seres de la Naturaleza, haciéndose intérprete de sus sentimientos de alegría, tristeza, dolor o ternura, con lo que infunde gran efecto emocional a sus poemas.
Sus primeros versos, frescos, coloridos y vivaces, tratan de la alegría del vivir y del amor, pero gradualmente su tono fue tornándose más serio y ensombrecido hasta alcanzar el negror de la amargura y la desesperación. Esta transformación se debió, primero, a la abrupta y prematura muerte de su esposo, bien como al derrumbe político de su familia y a la pérdida de su hogar y de todos sus bienes; luego, a los años que pasó huyendo de las hordas incontenibles de los Jin por todo el inmenso valle del río Yangtzé, haste llegar a Nanjing.
Sin embargo, todos los sufrimientos y vicisitudes que padeció a lo largo de su agitada y azarosa existencia no quebrantaron su espíritu, ni disminuyeron en ella su admiraclón por las bellezas de la Naturaleza, ni su acendrada devoción por la poesía. Su amor y añoranzas por su terruño natal fueron siempre en ella muy grandes y aguijonearon su sensibilidad poética.
Los años y la edad hicieron que sus poemas en ci perdieran su primitiva frescura y colorido, pero ganaron en vitalidad, elegancia y seriedad.
desde a p. 175
até a p.